INSPECCION DE LA HELICE

¿Qué Mellas y Abolladuras Son Aptas y Cuáles No?

Esta es una pregunta común entre los pilotos y, de hecho, no existe tal cosa como una muesca o abolladura correcta en la hélice.

 

La circular de asesoramiento AC 20-37E Mantenimiento de hélices de aeronaves es la guía proporcionada por la FAA para los técnicos de mantenimiento. Dice en parte:

Una hélice es uno de los componentes más sometidos a tensión en una aeronave. Durante el funcionamiento normal, de 10 a 25 toneladas de fuerza centrífuga tira de las palas.  Mientras las palas se doblan y flexionan debido a las cargas de empuje y torsión. Una hélice debidamente mantenida está diseñada para funcionar normalmente bajo estas cargas, pero cuando los componentes de la hélice se dañan por corrosión, mellas de piedras, golpes de suelo, etc., se impone una concentración adicional de tensión no intencionada y el margen de seguridad puede no ser adecuado.

Según la FAA, todas las mellas son potenciales iniciadores de grietas. Este daño a pequeña escala tiende a concentrar el estrés en el área afectada y, eventualmente, esta área de alto estrés puede desarrollar una grieta. A medida que la grieta se propaga, la tensión se concentra cada vez más, aumentando el crecimiento de la grieta. Esta grieta creciente puede provocar la falla de la pala.

Lo que esto significa para nosotros como pilotos es que cualquier mella, abolladura, hendidura o grieta es motivo de una inspección más exhaustiva por parte de un mecánico de A&P. En muchos casos, este daño se puede reparar con bastante facilidad si es menor, pero se debe inspeccionar y / o reparar la hélice antes del vuelo. Volar el avión con daños incluso menores en la hélice puede iniciar esa grieta que podría causar fallas en un vuelo posterior. Así que antes del vuelo asegurémonos del correcto estado  de la hélice como si tu vida dependiera de ello, porque muy bien podría hacerlo. 

 

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¿EN QUÉ ESTADO ESTA LA HÉLICE DE NUESTRO AVIÓN?

Durante la Inspección Pre-Vuelo, Siempre Surgen Dudas, Sobre Qué Mellas o Abolladuras en la Hélice son Aceptables y Cuáles No.

Esta es una pregunta muy común entre los Pilotos, y de hecho, no hay ninguna mella,  abolladura y mucho menos una grieta que sean OK en la hélice.

 

La circular de consulta AC-20-37E, acerca del mantenimiento de hélices, proporcionada por la FAA para técnicos de mantenimiento, entre otras cosas dice….

La hélice es uno de los componentes del Avión, sometido al más alto nivel de estrés. Durante su operación normal, de 10 a 25 toneladas de fuerza centrífuga está tirando de las palas desde el buje, mientras se ven sometidas a torsión y flexión como consecuencia del empuje y del torque.

Una hélice correctamente mantenida, está diseñada para comportarse normalmente bajo estas cargas, pero cuando una hélice o uno de sus componentes está dañado por corrosión, mellas causadas por las piedras, toques contra el suelo, abolladuras, grietas, etc. se impone una concentración adicional de estrés no deseada, que puede comprometer seriamente el margen de seguridad, no siendo éste el adecuado.

Según la circular de la FAA, toda mella puede ser el inicio de una grieta. Estos pequeños daños tienden a concentrar el estrés en las partes afectadas y eventualmente, esta zona de alto estrés puede desarrollar una grieta. Dado que la grieta se propaga, la concentración de estrés aumentará haciendo crecer más y más la grieta. Esta grieta creciente puede causar fallos en la hélice, con resultados desastrosos.

Esto significa para los Pilotos,  que toda mella, abolladura, trozo que falte o grietas, son causa suficiente para hacer una inspección más minuciosa por un mecánico especializado y autorizado. En muchos casos, estos desperfectos son fácilmente reparables si los daños son menores; pero debemos revisar y/o reparar la hélice ANTES del vuelo. Volar un Avión con daños leves en la hélice puede iniciar la creación de una grieta, que podría desencadenar un fallo de la hélice con las consecuentes situaciones peligrosas para el Vuelo.

Así que, cuando hagamos el pre-flight de nuestra hélice, pensemos que nuestra vida podría depender de la seriedad y rigor con que lo hagamos.

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INSPECCIONANDO LA HELICE

CUANDO INSPECCIONAMOS LA HÉLICE  ¿QUE MELLAS Y/O  ABOLLADURAS SON PASABLES Y CUALES NO?

Esta es una pregunta común entre los Pilotos y de hecho, no hay ninguna mella,  ni abolladura,  ni desperfecto que sean aceptables.

La Hélice es uno de los componentes del Avión sometido a un muy alto grado de esfuerzo o estrés.  Durante una operación normal, de 10 a 25 toneladas de fuerza centrífuga está tirando de las palas (o aspas) desde el buje, mientras que éstas se doblan y flexionan debido a cargas axiales y de torsión (par motor). 

Una hélice, con un mantenimiento adecuado, esta diseñada para funcionar sin problemas  y con normalidad bajo estas cargas.  Pero cuando los componentes se deterioran por la corrosión; por muescas producidas por las piedras en plataforma o durante el rodaje; por roces contra el suelo, etc., aparecen concentraciones de tensiones adicionales no deseadas alterando el margen de seguridad,  que puede llegar a convertirse en no adecuado para la seguridad.

Todas las melladuras son potencialmente comienzos de grietas.  Este daño de pequeña escala, tiende a concentrar la tensión en la zona afectada y este área de alta tensión puede desarrollar una grieta. 

A medida que se propaga la grieta, el estrés se vuelve mas concentrado aumentando el crecimiento de dicha grieta.   Este crecimiento puede desembocar en un fallo de la hélice.

En las operaciones anfibias de los Hidroaviones, el agua es un factor de deterioro de las hélices muy grande. Este deterioro es el motivo mas importante, por el cual la  sustitución de  las hélices es mas rápido.

Esto tiene que significar para nosotros/as  los Pilotos, que debemos prestar mucha atención a las melladuras, abolladuras, grietas, estrías y cualquier otra anomalía o desperfectos en nuestra/s  hélice/s,  porque son el comienzo de un problema serio y por tanto debemos recurrir a un mecánico especializado y autorizado para que verifique su grado de operatividad.  En muchos casos, estos daños, si son pequeños, se pueden reparar fácil y rápidamente. 

Han de ser previamente inspeccionados y reparados antes de iniciar ningún vuelo.  Volar el Avión con la hélice dañada, aunque sea ligeramente, puede iniciar esa grieta que podría causar un fallo de la hélice en el siguiente Vuelo.

Así que en el Pre-Flight exterior, debemos prestar ESPECIAL atención al estado de la hélice, ya que nuestra vida puede depender de ello.

Hélice Bipala en buen estado

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